En la provincia de Buenos Aires se juegan las reñidas elecciones parlamentarias, más específicamente en el Conurbano Bonaerense, teniendo un gran peso la porción de votos de la secciones electorales 1ª y 3ª. Los resultados de las elecciones del 28 de junio próximo servirán para vislumbrar quienes son los que quedan mejor posicionados para las presidenciales de 2011.
Por Analía Luna
La política es una hermosa telenovela que nos sorprende todos los días con algo distinto. Pero a diferencia de la ficción, las decisiones que toman sus protagonistas son las que definen nuestra vida real para el futuro, y no una simple conmoción de sentimientos.
Claro, la telenovela es hermosa para los que ganan, o bien para quienes recién están naciendo y dan sus primeros pasos. Sin embargo, no es un plácido momento para quienes hace apenas dos años fueron la fuerza política más codiciada y son la más fea del baile, como sucede con el Frente Justicialista para la Victoria, que en el 2007 supo hacer valer su imagen y su intención de voto altamente positivo.
En muchos aspectos, el gobierno de Néstor Kirchner significó una reactivación de las esperanzas de una gran franja de la sociedad, sobre todo jóvenes. Los jóvenes volvían a participar en la práctica política luego de que una dictadura sangrienta y sucesivos gobiernos seudo democráticos produjeran una apatía participativa y un individualismo a ultranza en esa franja etaria.
El gobierno kirchnerista supo construir una imagen positiva a través de su decisión valiente de reabrir los juicios por la memoria, la verdad y la justicia; de refundar los lazos latinoamericanos en la cresta de la ola socialista comandada por presidentes como Hugo Chávez, Evo Morales, o Rafael Correa, sin olvidar los gestos de desafíos a corporaciones poderosas como el FMI, principal exponente de las potencias capitalistas.
Esa imagen de gobierno benefactor, que fue agraciada por la reactivación económica y posibilitó más y mejor calidad de trabajo, ya no es la imagen que este gobierno refleja. Atrás quedaron esos tiempos en que la práctica política se vio empujada por aires progresistas a partir de la inclusión de las organizaciones sociales y de los organismos de derechos humanos dentro del diseño de sus políticas.
Este espacio supo atraer, dando clase de oportunismo político, a mercenarios de la política duhaldista, los mismos que abandonaron el bote antes de que se hunda. Son los que hoy, audazmente, se dan cuenta de que la torta se corta en otro lugar y de que hay una billetera que se abre en otro lado.
Ese espacio, coordinado por un duhaldista, Francisco De Narváez que se muestra como el Superhombre, capaz de garantizar la seguridad y el empleo, es la vedette de la revista. Que se dice peronista pero que se guarda de no generar controversia con el “gorilismo”; este empresario que se presenta algunas veces en humildes viviendas de vecinos del conurbano, y otras en locales partidarios de última generación que invitan a la fascinación y a la lujuria entre sus seguidores. Adeptos hambrientos de poder y deseosos de obtener la bendición de un Superhombre cuyo mayor mérito, reconocido por él mismo en una publicidad, es haber sido nieto de empresarios, pero que harto de la vida cotidiana, viene a impartir justicia por el bien en sí mismo.
Este exitoso empresario es el encargado de rearmar al duhaldismo, que en algún momento, y más aún a partir del 2005, se desperdigó como un niño caprichoso que persigue chocolates en un puesto ambulante de dulces.
Alianzas provisorias
A veces no es fácil conformar a todos en materia de alianzas. Sobre todo cuando se antepone la realidad material por sobre la ideología a la hora de comandar un proyecto.
De ese modo, los espacios que quedaron con la ñata contra el vidrio fueron los del ex gobernador Felipe Solá, principal perjudicado por el adelantamiento de las elecciones. Tuvo que ceder a las presiones de las estadísticas y no llegó a instalar su intención de voto a pesar de haber puesto de pie a su tropa. Quedaron fuera del armado del empresario colombiano muchas listas distritales ligadas al felipismo.
El desaire hacia Felipe fue tal que debió soportar que el nombre de la alianza continuara con el nombre de Unión-PRO, tal como se llamó en la elección anterior, cuando estuvo liderada por De Narváez y Macri, como si nadie se hubiera sumado.
En el arco opositor también juega su rol el Acuerdo Cívico y Social, o también llamado panradicalismo, liderado por Elisa Carrió, y representado en la provincia por Margarita Stolbizer, en donde vuelven a confluir quienes formaron parte de un gobierno que se fue en nave espacial cuando el país estaba en llamas. Hoy, ya pasó bastante tiempo y, apelando a la desesperanza y al desinterés de la gente por la política, y sobre todo por los políticos, vuelven a reflotar y critican con la Constitución y el Código Electoral bajo un brazo, y las leyes de la moral bajo el otro. Hoy son los eruditos que vienen a indicar porqué el Partido Justicialista no puede gobernar más la provincia, pero para no ser tildados de “gorilas”, se jactan de contener a muchos peronistas en su espacio.
Hoy vuelven a reflotar figuras como Ricardito Alfonsín, de quien pocos conocen su trayectoria, más allá de haber heredado el apellido de quien luego de su muerte muchos pasaron a denominar, incluso aquellos que le hicieron la vida imposible a su gobierno, “el padre de la democracia”. Democracia virtual, valdría agregar. No existe democracia seria y consolidada que permita la impunidad a los crímenes más atroces que padeció este país.
No todo es lo mismo
En tanto, una cuarta fuerza se posiciona en esta contienda. Muy modesto, aunque no por eso tímido, se posiciona el espacio Nuevo Encuentro, encabezado por el intendente de Morón Martín Sabbatella, quien asumió su gestión con el gobierno de la Alianza. Pero que supo navegar aún cuando la efímera alianza comenzó a resquebrajar sus paredes como algunas viviendas a estrenar del Plan Federal cuya construcción es administrada por los jefes comunales.
En ese nuevo espacio, confluyen diversos partidarios del progresismo, de los que algunos reconocen que durante el kirchnerismo se avanzó en políticas sociales, en redistribución de la riqueza y en materia de derechos humanos, pero que hoy ya no se puede avanzar, debido a la incorporación del aparato tradicional del PJ dentro de la estructura de gobierno. Estos postulantes de las organizaciones sociales, sindicales y políticas, proponen la renovación política como eje central para consolidar el viraje de políticas hacia un proyecto de provincia y de redistribución de la riqueza.
Este espacio además propone en sus enunciados la renovación, no sólo de las caras, sino de las formas de hacer política. Sugieren la creación de un nuevo sistema de gobierno, con mayor participación y transparencia en la gestión.
La verdadera democracia es la que se garantiza con participación ciudadana
Mientras gran contingente de los electores aún no saben qué se elige en los comicios del 28 de junio, los protagonistas de la contienda buscan seducirlos y demostrar que saben cuál es la mejor manera de hacer política.
En los próximos comicios se eligen cargos legislativos a nivel nacional provincial y municipal, pero el dato a tener en cuenta es que ese día los ciudadanos, en caso de conocer en profundidad a sus candidatos van a estar en mejores condiciones a la hora de apoyar una propuesta o expresar un reclamo.
Sin embargo, este derecho ciudadano, debe entenderse no sólo como la oportunidad de elegir una opción entre tal o cual candidato, sino que una verdadera democracia se construye con más participación, que va más allá de entrar al cuarto oscuro una vez cada dos años.
Claro, la telenovela es hermosa para los que ganan, o bien para quienes recién están naciendo y dan sus primeros pasos. Sin embargo, no es un plácido momento para quienes hace apenas dos años fueron la fuerza política más codiciada y son la más fea del baile, como sucede con el Frente Justicialista para la Victoria, que en el 2007 supo hacer valer su imagen y su intención de voto altamente positivo.
En muchos aspectos, el gobierno de Néstor Kirchner significó una reactivación de las esperanzas de una gran franja de la sociedad, sobre todo jóvenes. Los jóvenes volvían a participar en la práctica política luego de que una dictadura sangrienta y sucesivos gobiernos seudo democráticos produjeran una apatía participativa y un individualismo a ultranza en esa franja etaria.
El gobierno kirchnerista supo construir una imagen positiva a través de su decisión valiente de reabrir los juicios por la memoria, la verdad y la justicia; de refundar los lazos latinoamericanos en la cresta de la ola socialista comandada por presidentes como Hugo Chávez, Evo Morales, o Rafael Correa, sin olvidar los gestos de desafíos a corporaciones poderosas como el FMI, principal exponente de las potencias capitalistas.
Esa imagen de gobierno benefactor, que fue agraciada por la reactivación económica y posibilitó más y mejor calidad de trabajo, ya no es la imagen que este gobierno refleja. Atrás quedaron esos tiempos en que la práctica política se vio empujada por aires progresistas a partir de la inclusión de las organizaciones sociales y de los organismos de derechos humanos dentro del diseño de sus políticas.
Este espacio supo atraer, dando clase de oportunismo político, a mercenarios de la política duhaldista, los mismos que abandonaron el bote antes de que se hunda. Son los que hoy, audazmente, se dan cuenta de que la torta se corta en otro lugar y de que hay una billetera que se abre en otro lado.
Ese espacio, coordinado por un duhaldista, Francisco De Narváez que se muestra como el Superhombre, capaz de garantizar la seguridad y el empleo, es la vedette de la revista. Que se dice peronista pero que se guarda de no generar controversia con el “gorilismo”; este empresario que se presenta algunas veces en humildes viviendas de vecinos del conurbano, y otras en locales partidarios de última generación que invitan a la fascinación y a la lujuria entre sus seguidores. Adeptos hambrientos de poder y deseosos de obtener la bendición de un Superhombre cuyo mayor mérito, reconocido por él mismo en una publicidad, es haber sido nieto de empresarios, pero que harto de la vida cotidiana, viene a impartir justicia por el bien en sí mismo.
Este exitoso empresario es el encargado de rearmar al duhaldismo, que en algún momento, y más aún a partir del 2005, se desperdigó como un niño caprichoso que persigue chocolates en un puesto ambulante de dulces.
Alianzas provisorias
A veces no es fácil conformar a todos en materia de alianzas. Sobre todo cuando se antepone la realidad material por sobre la ideología a la hora de comandar un proyecto.
De ese modo, los espacios que quedaron con la ñata contra el vidrio fueron los del ex gobernador Felipe Solá, principal perjudicado por el adelantamiento de las elecciones. Tuvo que ceder a las presiones de las estadísticas y no llegó a instalar su intención de voto a pesar de haber puesto de pie a su tropa. Quedaron fuera del armado del empresario colombiano muchas listas distritales ligadas al felipismo.
El desaire hacia Felipe fue tal que debió soportar que el nombre de la alianza continuara con el nombre de Unión-PRO, tal como se llamó en la elección anterior, cuando estuvo liderada por De Narváez y Macri, como si nadie se hubiera sumado.
En el arco opositor también juega su rol el Acuerdo Cívico y Social, o también llamado panradicalismo, liderado por Elisa Carrió, y representado en la provincia por Margarita Stolbizer, en donde vuelven a confluir quienes formaron parte de un gobierno que se fue en nave espacial cuando el país estaba en llamas. Hoy, ya pasó bastante tiempo y, apelando a la desesperanza y al desinterés de la gente por la política, y sobre todo por los políticos, vuelven a reflotar y critican con la Constitución y el Código Electoral bajo un brazo, y las leyes de la moral bajo el otro. Hoy son los eruditos que vienen a indicar porqué el Partido Justicialista no puede gobernar más la provincia, pero para no ser tildados de “gorilas”, se jactan de contener a muchos peronistas en su espacio.
Hoy vuelven a reflotar figuras como Ricardito Alfonsín, de quien pocos conocen su trayectoria, más allá de haber heredado el apellido de quien luego de su muerte muchos pasaron a denominar, incluso aquellos que le hicieron la vida imposible a su gobierno, “el padre de la democracia”. Democracia virtual, valdría agregar. No existe democracia seria y consolidada que permita la impunidad a los crímenes más atroces que padeció este país.
No todo es lo mismo
En tanto, una cuarta fuerza se posiciona en esta contienda. Muy modesto, aunque no por eso tímido, se posiciona el espacio Nuevo Encuentro, encabezado por el intendente de Morón Martín Sabbatella, quien asumió su gestión con el gobierno de la Alianza. Pero que supo navegar aún cuando la efímera alianza comenzó a resquebrajar sus paredes como algunas viviendas a estrenar del Plan Federal cuya construcción es administrada por los jefes comunales.
En ese nuevo espacio, confluyen diversos partidarios del progresismo, de los que algunos reconocen que durante el kirchnerismo se avanzó en políticas sociales, en redistribución de la riqueza y en materia de derechos humanos, pero que hoy ya no se puede avanzar, debido a la incorporación del aparato tradicional del PJ dentro de la estructura de gobierno. Estos postulantes de las organizaciones sociales, sindicales y políticas, proponen la renovación política como eje central para consolidar el viraje de políticas hacia un proyecto de provincia y de redistribución de la riqueza.
Este espacio además propone en sus enunciados la renovación, no sólo de las caras, sino de las formas de hacer política. Sugieren la creación de un nuevo sistema de gobierno, con mayor participación y transparencia en la gestión.
La verdadera democracia es la que se garantiza con participación ciudadana
Mientras gran contingente de los electores aún no saben qué se elige en los comicios del 28 de junio, los protagonistas de la contienda buscan seducirlos y demostrar que saben cuál es la mejor manera de hacer política.
En los próximos comicios se eligen cargos legislativos a nivel nacional provincial y municipal, pero el dato a tener en cuenta es que ese día los ciudadanos, en caso de conocer en profundidad a sus candidatos van a estar en mejores condiciones a la hora de apoyar una propuesta o expresar un reclamo.
Sin embargo, este derecho ciudadano, debe entenderse no sólo como la oportunidad de elegir una opción entre tal o cual candidato, sino que una verdadera democracia se construye con más participación, que va más allá de entrar al cuarto oscuro una vez cada dos años.