lunes, 21 de septiembre de 2009



Entrevista con Martín Farina




Crear conciencia para defender el medio ambiente




La defensa de la Laguna de Rocha en Esteban Echeverría se ha convertido en un intento de minimizar los estragos que la mano del hombre y los negocios poco claros produjeron sobre la naturaleza.


Por Pablo Suárez


En una recorrida guiada a la zona de la laguna, Entre Líneas dialogó con Martín Farina, integrante y uno de los fundadores del Colectivo Ecológico Unidos por la Laguna de Rocha. Este conjunto de profesionales y docentes decidieron a partir de agosto de 2006 unificar esfuerzos y coordinar de manera conjunta los pasos a seguir para defender la laguna. “La mayoría de nosotros nos involucramos en esto por un interés natural, te diría. Todos pertenecemos al partido y muchos de los integrantes del colectivo incluso venían de chicos a jugar al lugar”, señala Farina.
Sobre los integrantes del grupo de ecologistas siempre pesó una inquietud poderosa: la mano y la avaricia del hombre podían poner en peligro este espacio natural. “Habíamos escuchado que existían proyectos para construir una zona industrial en este espacio. Existían algunos proyectos de la constructora Creaurban, perteneciente al grupo Socma, es decir, a la familia Macri, de crear un hotel con helipuerto incorporado en el lugar”, afirma Farina.
Desde una mirada instrumental y racional, la idea no carece de sustento. La laguna se encuentra en una ubicación estratégica: salida a 10 minutos del Aeropuerto Internacional de Ezeiza; llegada directa a todas las autopistas de Buenos Aires. De ahí que estas tierras resulten atractivas, económicamente, para muchos. Para llevar a cabo el emprendimiento, Creaurban necesitaba utilizar cerca de 114 hectáreas y el método para concretarlo era sencillo: llenar la laguna, secarla.
Por algún motivo que los ambientalistas desconocen, los proyectos quedaron truncos. En cercanías de la laguna se encuentra el barrio cerrado Los Miraflores, construido por la constructora perteneciente a la familia Macri. “En un comienzo el proyecto incluía la construcción de Los Miraflores I y II. Eso incluía los terrenos en que se encuentra la laguna.” Si bien el peligro que significa el proyecto de construcción sobre esas tierras desapareció, los defensores de la laguna no están tranquilos. Como señala Martin: “Nuestra inquietud se refiere a la siembra de festuca sobre los terrenos lindantes a Miraflores. La festuca es utilizada para mejorar los suelos y poder permitir una construcción encima. Al ser zonas anegadizas se necesitan bases sólidas para poder construir”.
Una defensa con historia
“Nosotros consideramos a la laguna como un todo; la laguna incluye 9 ecosistemas diferentes, por eso pensamos que mas allá de que la longitud de la laguna es de 300 hectáreas de agua, deben ser protegidas las 1000 hectáreas que incluyen los bosques y bañados que rodean a la laguna. El origen de la laguna se debe al retroceso del mar, hace 10 mil años esto era un mar. Tenemos registro fósiles que nos dejan esa certeza”.
Íntegramente la laguna se encuentra dentro del partido de Esteban Echeverría. La laguna recibe el aporte de los arroyos Ortega, Medrano, Guillermina y El Triangulo. Toda la zona que recorre la laguna es muy rica en fauna. “Hemos visto cerca de 84 clases de aves distintas y cerca de 50 variedades que todavía no hemos clasificado. En cuanto a anfibios hay una gran variedad de ranas y sapos, incluso hemos encontrados lagartos overos, como así también culebras y serpientes”, describe Farina.
Los ambientalistas rescatan también la riqueza histórica de las tierras circundantes a la laguna. “Esta zona fue tierra de Querandíes, en 1984 se descubren cerámicas y alfarerías pertenecientes al pueblo Querandí, en su momento se conoció como Yacimiento Arqueológico Ezeiza 3. Son los únicos rasgos de este pueblo que desapareció sin dejar muchos rastros. Al día de hoy no existen muchos datos de este pueblo. Ellos habitaban al borde de la laguna, ya que de allí obtenían agua y peces para su alimentación. Consideraban a esta zona como sitio sagrado. En el límite norte de la laguna se encuentra la zona conocida como Tres Ombúes, allí se encontraba el antiguo cementerio. Este cementerio fue profanado en diferentes oportunidades, en especial cuando se construyó la Autopista Richieri “, afirma Farina.
El valor histórico es muy grande, los ambientalistas pugnan por la realización de excavaciones y estudios arqueológicos en el lugar. En la zona también se encontrarían rastros de un pasado de violencia política y crimen. "En la historia más actual tenemos datos de que en la zona de Transradio, se ubicó un centro clandestino de detención. De allí de que esta zona tenga un valor histórico importante”. Existen indicios de que en los antiguos edificios de Transradio Internacional funcionó una maternidad clandestina durante la última dictadura militar. En lugar fue identificado como La Maternidad y allí eran trasladadas las prisioneras al momento de tener que dar a luz. La proximidad de otros centros clandestinos de detención en la zona hace creíble la abyecta utilización de esos edificios.
El colectivo ecológico se siente una continuidad de los trabajos realizados por otros habitantes de la zona. “En realidad no somos los primeros ni los últimos en defender esta zona, ojala seamos los primeros que logran algo concreto. En el año ‘96 la profesora Natalia Mastrocello inicia junto a un grupo de investigadores las primeras visitas a la laguna. Existen varios proyectos a nivel nacional muy importantes, como aquel que presento el profesor Alfredo Bravo que buscaban reservar el lugar. Por ordenanza municipal se termina declarando la zona como Reserva Ecológica Municipal. Trece años después el mismo Concejo Deliberante nombra a los terrenos como zona industrial. Hoy en día al ser una ordenanza se podría derogar, pero para que esto ocurra debemos crear conciencia”, concluye Farina.
La labor de los ecologistas se centra en la promoción en sus actividades, saben que la única manera de crear conciencia es a través de la difusión y la información de los problemas ambientales. De ahí la necesidad de hacer conocer la zona a defender. “Lamentablemente los intereses económicos tiran más que la historia. Muchos vecinos no saben siquiera que este lugar existe, de ahí la necesidad de crear conciencia”, finaliza Martin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario