martes, 25 de agosto de 2009

El tango podría convertirse en patrimonio de la humanidad


“Un pensamiento triste que se baila”. Así definió Enrique Santos Discépolo, uno de los máximos poetas del género, al tango, danza y género musical que ahora podría ser declarado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, según anunció esta semana el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi.

El ‘dos por cuatro’ podría convertirse en patrimonio de la humanidad, luego de que la presentación conjunta de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo en favor de la candidatura del tango fuera aprobada por el comité de expertos.

La decisión estará en manos del Comité para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial y Cultural de la Unesco, que examinará la petición a fines de septiembre en Abu Dhabi, capital de Emiratos Árabes.

En caso de ser aprobado, el tango se sumaría a las 90 expresiones culturales destacadas como obras maestras del patrimonio inmaterial de la humanidad por la organización de la ONU. Entonces, esta danza rioplatense, tendría visibilidad en el mundo y tanto la Argentina como el Uruguay serían los países encargados de preservarlo.

VOZ DE ARRABAL

El tango es una danza y un género musical con un origen cultural difícil de reconocer producto de la fusión de antecedentes africanos, latinoamericanos y europeos. Sin duda, es una expresión artística de carácter urbano que responde al proceso histórico concreto de la inmigración europea.

Musicalmente, el tango es un compás de cuatro cuartos, a pesar de llamarse dos por cuatro, interpretado mediante orquesta típica o sexteto, en donde su instrumento esencial es el bandoneón. Un lenguaje local, el lunfardo, está presente en los compases que estrofa a estrofa suelen expresar las tristezas, las relaciones con las mujeres, el desamor, entre otras. Sin embargo, el lunfardo no es sólo un argot integrado por cientos de palabras propias que inundan las letras tangueras, es además una pose lingüística que caracteriza a la región rioplatense.

Sensual y complejo, la danza del tango nació en el arrabal, y al estar prohibido por incitación a la lujuria, hombres y mujeres lo bailaban en lugares ocultos hasta principios del sigo XX. Con cada movimiento del cuerpo, la coreografía de este baile, diseñada a partir del abrazo de la pareja, quiere transmitir un sentimiento cargado de sensualidad.

La escritora argentina Alicia Dujovne Ortiz describió a la danza como “un monstruo de dos cabezas, una bestia de cuatro patas, lánguida o vivaz, que vive lo que dura una canción y muere asesinada por el último compás”.

por Soledad Arréguez


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